El sábado por la mañana migrantes refugiados y aliad·as de todas las regiones de Quebec se reunieron en el corazón de Montreal. Llegaron para defender su dignidad y denunciar una ola creciente de ataques políticos. Desde hace meses los gobiernos impulsan medidas duras que hacen la vida más difícil para quienes no tienen estatus permanente. Entre la multitud se veían carteles que pedían justicia y un futuro donde nadie sea tratado como una amenaza.
El Centro de Trabajadores Inmigrantes organizó la acción como parte del Mes de Movilización por la Regularización y la Justicia Migrante. Trabajadoras y trabajadores de fábricas granjas cocinas y servicios de reparto se reunieron codo a codo. Muchas personas querían contar sus historias y desafiar el clima de miedo promovido por algunos dirigentes políticos.
En las intervenciones se criticó al gobierno de Quebec por afirmar que la migración es una crisis mientras suspende el PEQ y amenaza con quitar a las personas solicitantes de asilo el acceso a la asistencia social. Al mismo tiempo pide a Ottawa aumentar el número de trabajadores migrantes temporales. Esta contradicción se repetía en los cantos y las pancartas.
El acto también puso el foco en el proyecto de ley C doce que antes se llamaba C dos. Este proyecto amenaza el derecho al asilo y complica los procedimientos de protección. Otorga al gobierno federal poderes amplios para suspender o cancelar solicitudes de inmigración documentos y programas incluso los relacionados con la residencia permanente. Según las y los oradores la ley obligaría a más personas migrantes a vivir con miedo y en la sombra bajo la amenaza constante de deportación.
Más de trescientas organizaciones de la sociedad civil de todo Canadá ya han rechazado el proyecto. Señalan que representa un grave retroceso en materia de derechos humanos y que alimenta discursos anti migrantes por motivos políticos.
Al finalizar la acción muchas personas permanecieron en la plaza sin aceptar marcharse en silencio. El mensaje quedó claro. Continuamos la lucha para derrotar el proyecto de ley C doce y para defender el derecho de todas las personas a vivir con dignidad.



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