En el centro de convenciones de la ciudad de Quebec, más de 1500 participantes de sindicatos importantes como la CSD, CSN y FTQ, junto con organizaciones de apoyo como UTTAM e IWC-CTI, se reunieron para una cumbre histórica sobre salud y seguridad laboral. Durante dos días, debatieron los desafíos que enfrentan los trabajadores, especialmente tras cambios legislativos como la Ley 89, que reformó el sistema de salud y seguridad laboral en Quebec.
Las sesiones abordaron temas cruciales, como el retorno seguro al trabajo, el aumento de litigios por accidentes laborales y la desprotección de trabajadoras en entornos mayoritariamente femeninos. El Centro de Trabajadores Inmigrantes también destacó las dificultades de los trabajadores no sindicalizados, privados de protección colectiva.
El momento clave fue la protesta frente a la Asamblea Nacional contra el Proyecto de Ley 89, que restringe el derecho a huelga. Pese a las advertencias de expertos sobre su riesgo para la paz social, el gobierno de la Coalición Avenir Québec (CAQ), respaldado por empleadores, insistió en avanzar, mientras los sindicatos exigían su retirada.
La cumbre cerró con una declaración conjunta: “No hay seguridad sin justicia”. El movimiento obrero no retrocederá en la defensa de los derechos de quienes construyen Quebec con sus manos. Esta cumbre no fue solo un debate, sino un paso hacia una movilización colectiva más amplia.
Los comentarios están cerrados.