Hoy, 6 de octubre de 2025, salimos a las calles. No para celebrar un aniversario, sino para denunciar una traición. Hace cuatro años entró en vigor la llamada ley de “modernización” de los regímenes de salud y seguridad en el trabajo. Se suponía que reforzaría la prevención de lesiones laborales, pero en realidad abrió la puerta a un retroceso brutal de nuestros derechos, dejando a miles de trabajadoras y trabajadores más vulnerables que nunca.
Un gobierno por encima de sus propias leyes
En lugar de respetar sus compromisos, el gobierno se colocó por encima de la ley al presentar el Proyecto de Ley 101. Este proyecto impone un régimen discriminatorio de “sub-prevención” en sectores clave como la salud y la educación. Ambos son sectores mayoritariamente femeninos, donde el Estado-empleador envía un mensaje claro: la vida y la salud de maestras, enfermeras, cuidadoras y personal valen menos que las de otros. ¡Como si cuidar, enseñar y educar no fueran trabajos “reales”!
Rechazo a la injusticia
Colectivamente rechazamos este desprecio. En las calles hoy, los sindicatos, grupos comunitarios y organizaciones populares — junto al Centro de Trabajadores/as Inmigrantes (IWC-CTI) y otras organizaciones aliadas — hablaron con una sola voz: exigimos mecanismos de prevención universales, sin discriminación. Todas y todos los trabajadores, en todos los sectores, tienen derecho a la protección, a la dignidad y a un empleo que no sacrifique su salud.
Derechos en peligro
El Proyecto de Ley 101 no solo discrimina a los sectores de la salud y la educación. También introduce un proceso de negociación manipulado para resolver los conflictos de las víctimas de lesiones laborales, en detrimento de sus derechos. En la práctica, esto significa más obstáculos, más demoras y más sufrimiento para quienes ya fueron dañados por el trabajo.
Una lucha que continúa
La movilización de hoy forma parte de una lucha más larga, iniciada hace más de cuatro años con la imposición de esta reforma tóxica. Luchamos por leyes que realmente prevengan accidentes y enfermedades laborales y que reparen plenamente todas las consecuencias para las víctimas.
Con la revisión prevista de la “modernización” en octubre de 2026, el movimiento obrero y popular envía un mensaje fuerte: seguiremos unidos y solidarios. No aceptaremos que nuestras vidas sean sacrificadas en nombre de la austeridad y el lucro.
Nuestra voz es clara
Gritamos fuerte y claro: ¡NO al Proyecto de Ley 101!
Sí a la prevención. Sí a la reparación total. Sí a la dignidad de todas y todos los trabajadores de todos los sectores.
Porque nuestra salud no es negociable. Porque tenemos derecho a trabajar sin perder la vida en el intento. Porque, juntos, somos más fuertes que sus leyes injustas.



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