Montreal presenció hoy una movilización enorme que superó las cincuenta mil personas en las calles, posiblemente acercándose a las cien mil, en una de las marchas intersindicales más grandes de los últimos años. En el centro de esta escena estuvo el bloque de justicia para las personas migrantes, compuesto por el Centro de Trabajadores Migrantes y Solidaridad Sin Fronteras, que afirmó que la lucha por los derechos migrantes es inseparable de la lucha general de la clase trabajadora en Quebec.
Las principales centrales sindicales y muchas organizaciones comunitarias salieron a protestar contra la ofensiva derechista del gobierno de Legault contra los servicios públicos, los derechos colectivos y las conquistas sociales, desde el colapso del sistema de salud hasta la falta de docentes y la degradación de los servicios sociales, así como las leyes que debilitan la capacidad de las y los trabajadores para organizarse y defenderse.
Los trabajadores migrantes estuvieron en la primera línea porque son quienes más sufren la presión patronal, las leyes restrictivas, los permisos de trabajo cerrados y los caminos hacia la residencia que se estrechan cada vez más. Son una parte esencial de la fuerza laboral, pero pagan un precio mayor cada vez que el Estado retrocede en sus responsabilidades hacia la clase trabajadora.
Las personas manifestantes también rechazaron la ley catorce, que entra en vigor hoy y que otorga al ministro de Trabajo la autoridad para imponer niveles mínimos de servicio durante las huelgas, debilitando la acción colectiva en un momento en que la clase trabajadora necesita más fuerza y apoyo, no más limitaciones.
Lo ocurrido hoy no es solo una gran marcha, sino un punto de inflexión en la lucha social en Quebec. Las multitudes que llenaron las calles revelaron una brecha creciente entre la sociedad y las políticas del gobierno de Legault, y consolidaron la convicción de que la defensa de los derechos migrantes y la defensa de los derechos laborales son una sola lucha, y que cualquier ataque contra un sector de la clase trabajadora generará una respuesta colectiva firme.



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